martes, 27 de julio de 2010

INTRODUCCIÓN

Michael Jackson, aquel del que todos, sin excepción, han oído algo alguna vez, fue mucho más de lo que la mayoría piensa; es mucho más que el personaje, la marca, el músico, el bailarín. Es un hombre con un sin fin de matices, muchos de ellos desconocidos para la mayoría de la gente, quienes suelen asociarlo a conceptos tan antojadizos y hasta vejatorios como la rareza, la excentricidad, la locura.

Pero pocos se han dado el trabajo de conocerlo en profundidad en todos sus ámbitos y más allá de la persona pública. No fue sólo el Rey del Pop, no fue sólo el precursor de la moda del calcetín blanco ni sólo el creador de uno de los pasos de baile más famosos y recordados ni fue sólo el dueño del video y el disco más vendido de la historia discográica mundial. Detrás de él se esconde una persona, que con todos sus defectos y virtudes, está llena de preciosas enseñanzas acerca de la vida, la naturaleza, el amor y la conexión espiritual. Sus pensamientos sobre los dones de la vida, los niños, la inocencia, el amor, la pureza y el baile, por ejemplo, son una guía a seguir para cualquiera que tenga la sensibilidad de saber aceptarlas y entenderlas, y para quienes quieran hacer de éste un mundo mejor.

Sus dolores también fueron objeto de escrutinio público, pero detrás de ellos, exisitió a veces la mala intención de algunos y la exacerbación de otros para agrandar la industria amarilla. Pero quien sepa aprender de él y conocerlo, se dará cuenta que mucho de lo que se habló y se dijo, no fue más que un burdo montaje que le cambió la vida drásticamente.

Intentaremos aquí mostrar su verdad, su dolor y su legado, en sus más amplios ámbitos, con responsabilidad e imparcialidad, pues hoy, después de su partida, las cosas que alegraron y enturbiaron su vida se han ido decantando de manera natural y con el tiempo como mejor aliado para mirar con perspectiva una vida que aún tiene mucho que ofrecer y enseñar.

sábado, 17 de julio de 2010

A TI...

Hay personas que pasan tanto tiempo a nuestro lado que dejamos de mirar con atención. Hay personas que son tan grandes en su propia inmensidad que no llegamos a apreciarlas. Hay personas que de tanta grandeza interior no conseguimos comprender en su profundidad, porque no tenemos la altura, porque estamos un poco obnubilados con la superficialidad de las cosas o porque simplemente no nos dimos el tiempo.

Existen seres que siempre vale la pena conocer, tarde o temprano, en su verdadera cualidad humana, alejados de los barnices y de las caretas interesadas de quienes no tuvieron el afán suficiente de posar sus miradas de manera transparente sobre ellos.

Hay verdades que alguna vez deben salir a la luz, filtradas con el corazón y con la dulzura de seres que, simplemente se convirtieron en un ÁNGEL...

A ti, que anidaste tu sueño en nuestros corazones.